sábado, 4 de junio de 2011

DEDICADO A TODAS LAS MAMAS


Me encontré este escrito en un blog  cuando estaba a punto de ser mamá, me encantó y  lo imprimí. Ahora que soy mamá más me gusta.Por eso quiero compartirlo con todas vosotr@s. No os olvideis nunca  que para vuestros hijos/as sois la mamá más guapa, maravillosa e inteligente que existe. ¡¡¡Es maravilloso!!! 
Seguro que muchas veces te has hecho esta pregunta, sobre todo si eres mamá primeriza y tu bebé tiene pocos meses. Todo es tan nuevo y tan desconocido que te sientes abrumada. Tu bebé depende enteramente de ti, y  esa  responsabilidad tan grande a veces te supera. La cosa se agrava porque estás cansada e hiper sensible, y no siempre es cómodo sentir que tus necesidades han pasado a un segundo y hasta a un tercer plano: da igual que no hayas dormido en toda la noche o que aún no hayas tenido tiempo de llevarte un bocado a la boca, si tu bebé tiene hambre, no puede esperar. Y para colmo, la gente viene a ver a la criaturita y nadie te pregunta cómo estás tú. ¿Y cómo vas a estar?, pensarán. Feliz, como cualquier nueva madre, ¿o no? Eso sí: todo el mundo tiene un consejo que darte, hasta tu primo Alberto que tiene 20 años y jamás ha tenido un bebé en brazos. Porque aparte de ser una nueva madre feliz, eres primeriza, y pobre, no tienes idea de nada.
Es lógico que te preguntes si lo estás haciendo bien, o, lo que es lo mismo: ¿Soy una buena madre? Sobre todo si estás cuidando a tu bebé de una forma «distinta» a lo que te puede decir la mayoría: es decir, si lo llevas en brazos, no lo dejas llorar, lo amamantas a demanda.
Esto es lo que, a casi dos años de ser mamá, me diría a mí misma durante aquellas terribles primeras semanas, si pudiera viajar en el tiempo:
Claro que lo estás haciendo bien. Y nadie podría hacerlo mejor. Sencillamente porque tú pariste a esta criatura y es a ti a quien necesita. ¿Lo consuelas cuando llora? ¿Lo alimentas cuando tiene hambre? ¿Lo mantienes limpio? ¿Está junto a ti la mayor parte del tiempo? Pues lo estás haciendo perfecto.
Da igual cómo le limpies el ombligo, si lo bañas todos los días o no, si aún no te atreves a cortarle las uñas: con el tiempo dominarás esos detalles prácticos y cotidianos que a fin de cuentas no son tan importantes. Lo importante ahora es tu presencia y tu calor. Y esas son cosas que tienes de sobra.

VIRGINIA ALBERCA GARCIA

1 comentario:

Gracias por colaborar con vuestros comentarios

Seguidores