Con este proyecto queremos ayudar a vuestro hijo a conocer mejor su cuerpo y a formarse una idea positiva sobre él. Así desarrollará al máximo sus capacidades y tendrá una buena autoestima.
Gracias a la adquisición de su esquema corporal, los pequeños pueden representar mentalmente su cuerpo y las partes que lo conforman. Así toman conciencia de éste, de sus posibilidades y limitaciones.
Por otro lado, la idea física que van formándose de sí mismos les sirve de marco de referencia y de orientación para relacionarse con su entorno, con los objetos y las personas que les rodean.
Mediante la utilización de su cuerpo, el niño llega a diferenciarse de los demás y a relacionar sus movimientos con los efectos que causan. Según va descubriéndose, también va percatándose de cómo puede actuar en su ambiente y se dirige a las personas y a las cosas de forma selectiva y diferenciada.
Es a través de la expresión corporal como los pequeños nos desvelan sus estados de ánimo y sus experiencias, además de la confianza que tienen depositada en sí mismos y en sus propias posibilidades. Y es con este tipo de expresión como van ganando en autonomía personal.
En el centro Cei El Duende, trabajamos de forma global para conseguir este objetivo con vuestro pequeñ@.
Para que tu hijo se forme un esquema corporal positivo, puedes realizar con él ciertas actividades que, además de divertirle, le ayuden a sentirse bien consigo mismo, a controlar su cuerpo, a tomar conciencia de las partes que lo componen y a utilizarlas adecuadamente. Éstas son nuestras propuestas:
-Ensèñale canciones en las que se nombren diferentes partes del cuerpo y dile que se las vaya señalando, según van apareciendo en la canción.
- Anímale a localizar ciertas partes en tu cuerpo y hazlo tú en el suyo.
- Compra una cartulina grande, dile que se tumbe encima y dibuja su silueta. Ayúdale a recortarla y colgadla juntos en una de las paredes de su cuarto.
- Anímale a mirarse en el espejo y a describirse: Si no sabe hazlo tú y ve señalando las partes de su cuerpo.
- Dialoga con él sobre vuestros cuerpos, con toda naturalidad. Haz un dibujo por ejemplo de la cara de un niño sin ningún elrmento o del cuerpo y que vaya añadiendole él las diferentes partes q con anterioridad hemos recortado (ojos, boca, nariz, etc). Con esta última actividad también estaremos trabajando los sentimientos y emociones (poner cara de enfado, sonrisa, etc)
Y no lo olvides: conociendo y controlando poco a poco su cuerpo, los niños se van creando una imagen positiva de sí mismos, ganan autonomía, seguridad afectiva y emocional y desarrollan la iniciativa y la confianza en sí mismo.
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